EL ROL DE LOS MEDIOS EN LA CONSTRUCCIÓN SUBJETIVA DE LA ECONOMÍA CIRCULAR COMO FORMA DE CONSUMO Y PRODUCCIÓN

A partir de los datos recopilados en la encuesta hemos desarrollado un análisis de ésto a partir del lente de la Psicología Social adoptando una perspectiva compleja. En cuanto a las preguntas “¿Estás informado acerca de temas relacionados con la ecología, la economía circular y el cuidado del medio ambiente?” el 52,8% de la audiencia respondió sí, el 44,4% muy poco y el 2,8% no. Y con respecto a la pregunta consiguiente: “Si respondiste que sí, recibiste información de estos conceptos en la niñez?” el 66% respondió que sí y el 34% que no.

Podemos ver a través de estas preguntas que más de la mitad de los sujetos han respondido que sí están informados sobre los temas mencionados anteriormente. Esto se debe a que el 49,9% de los participantes de la encuesta hacen referencia a personas nacidas entre el año 1990 y 2006. Este es un dato no menor, ya que si entendemos que la subjetividad es una producción social política e histórica, todos aquellos sujetos nacidos entre la década de los noventa y la década de los dos mil han crecido y se han desenvuelto en una sociedad de carácter posmoderno, en comparación a la de décadas anteriores, las cuales responden más bien a subjetividades propias de la modernidad, por lo que ya han internalizado estos conceptos.
 

Al preguntarles en qué ámbito recibieron la información de los conceptos mencionados previamente a aquellos participantes que respondieron que sí tenían conocimiento sobre estos, las respuestas fueron las siguientes: 47,7% a través de Internet y medios digitales, 31,1% en la escuela y 21,2% en la casa. A partir del análisis de estos datos desde el lente de la Psicología Social se puede decir entonces que el 21,2% de las personas los ha internalizado en los procesos de socialización primarios, el 31,1% en los procesos de socialización secundarios, en este caso de la escolarización y el 47,7% a través de Internet y nuevos medios. De esta manera, podemos ver cómo el Internet se ha convertido prácticamente en un agente socializador productor de subjetividades y formatos culturales propio de la posmodernidad, la que responde a un nuevo escenario social en el que la sociedad se caracteriza por la liquidez. Es así como a través de la teoría de la complejidad podemos ver reflejado el principio de Recursividad de Morin; el producto y sus efectos, los internautas y su capacidad de generar contenido son al mismo tiempo los causantes y productores de aquello que los produce, el Internet.

Para poder buscar una respuesta a la hipótesis de la cual surge el motivo del estudio, le preguntamos a los participantes dos preguntas. La primera es ¿Con qué frecuencia ves o escuchas en medios tradicionales acerca de ecología, de cuidado de medio ambiente o economía circular? y la segunda ¿Con qué frecuencia ves o escuchas en redes sociales acerca de ecología o economía circular? Con respecto a la primera, el 63,9% respondió casi nunca; el 27,8% a veces; el 5,6% nunca y el 2,8% siempre. En cuanto a la segunda, el 58,3% respondió a veces; el 22,2% siempre; el 19,4% casi nunca y el 0% nunca. A través de estos datos se puede ver que ya sea a mayor o menor escala los medios tanto tradicionales como digitales (redes sociales) tienen la capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y asegurar los gestos, las conductas, las opiniones y los discursos de los seres vivos, en este caso con respecto a la ecología y la economía circular. Es por eso que podemos decir que los medios de comunicación funcionan como lo que Michel Foucault denomina como dispositivos.

Ahora bien, a partir de estos datos podemos reconocer desde la perspectiva bourdiana dos campos de interacción diferentes donde se dan estas relaciones entre los sueños y la adquisición de los conceptos de ecología y economía circular. Por un lado podemos identificar a los medios tradicionales como el primer campo de acción. Por otro lado, reconocemos a los medios digitales como otro campo de interacción que responde a un capital digital (conformado por likes, retuits, follows) los que reflejan de manera numérica la aprobación de los usuarios. Ahora, en su texto “La influencia del campo periodístico” (1995) Bourdieu indica que el campo periodístico “está sujeto muy directa y estrechamente al imperio de la sanción del mercado y del plebiscito.” por lo que podemos decir que el capital en juego del primero es de corte económico y político. En el segundo en cambio, debido al carácter autónomo y fragmentario del campus (características propias de la trama psicosocial posmoderna) el capital en juego es más bien de corte cultural.

Teniendo en cuenta las estadísticas a partir de las respuestas anteriores se puede dar cuenta de la relación en tensión que existe entre los medios tradicionales que se resisten a fomentar los conceptos de ecología y economía circular (y más bien se abstienen a seguir el modelo capitalista-liberal clásico) y los nuevos medios digitales el cual está conformado por “redes sociales” en sentido literal, que se presta como un espacio productor de nuevas subjetividades, o más bien de desubjetividades posmodernas, entre ellas la ecología y la economía circular.

Estas desubjetividades no sólo forman parte en el marco teórico y conceptual de los sujetos posmodernos sino que también se los ve presentes en prácticas cotidianas, demostrando de esa manera la vigencia que tienen las formas de consumo propias de la economía circular en la vida cotidiana de los mismos. Cuando se les preguntó a los participantes de la encuesta si “a la hora de comprar, a la hora de desechar, o en cualquier ámbito, realizan algún tipo de acción que contribuya a la economía circular” el respondió 66,7% a veces; el 19,4% nunca y el 13,9% siempre. Luego, se prosiguió a pedirles que enumeren dichas acciones y nombraron 17 prácticas diferentes. Entre ellas, se encontraron muchas que van en contra del sistema capitalista clásico como la “compra de ropa de segunda mano, en ferias americanas”; “disminuir el uso de plástico”; “reutilizar la ropa de descarte para manualidades, acolchados y alfombras”

Como último punto de la encuesta, se les presentó a los participantes del estudio una serie de imágenes de: Un detergente con ingredientes biodegradables; Una bolsa de la marca Zara hecha de papel reciclado; prendas de la marca H&M realizadas con algodón orgánico; sorbetes hechos de papel de Mc Donalds y un cepillo de dientes de bambú de Colgate. A partir de estas imágenes se les preguntó qué pensaban acerca de estos movimientos realizados por las marcas y el 83,3% contestó que se trataban de estrategias de marketing que las empresas realizan para complacer a los consumidores, pero que en verdad no responden a los valores ni a los valores de la ecología ni a la promoción de la economía circular. A través de este punto se puede evidenciar una relación de tensión entre el modelo capitalista clásico y la economía circular en la trama actual. Esta tensión es lo que analizado desde el lente de la complejidad podemos decir que refleja el principio dialógico; ideas que parecen opuestas tales como la economía circular y el capitalismo logran convivir y organizan la trama en vez de uno suprimir al otro.